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jueves, 15 de julio de 2010

People of All Nations. Honduras 1920

Entre mediados del siglo XVIII y el año 1830 se fue operando lentamente una ruptura entre las concepciones que existían de la naturaleza y la aparición de una visión nueva, moderna, del paisaje. Se impuso así un flamante modo de abordarlo, una forma renovada y más familiar de pararnos ante el cosmos.

Con los últimos decenios del Siglo de las Luces (siglo XVIII) se advierte que la actitud indagatoria, racional, crítica y medida de la realidad, empieza a mutar. El paisaje, antes desatendido por el sentimiento y aprehendido únicamente por una preocupación meramente informativa, que buscaba en ladescripción la fidelidad y el ser objetivo, cambia. El viajero del siglo XIX y principios del siglo XX, el romántico, dará importancia a la impresión global, a la sensación, al sentimentalismo; recreando un mundo —un paisaje— ideal, fantástico, en el que poco importaba acercarse a la realidad objetiva.

Es ahí cuando el paisaje alcanza la forma que aún hoy reconocemos, es decir, el paisaje como una construcción estético filosófica del territorio que apunta a expresar nuevos problemas y valores sociales que, a nuestro modesto entender, se vuelven evidentes con el movimiento romántico y sus artistas-viajeros. Con éstos el paisaje pasó a expresar la típica oposición entre tecnología y naturaleza; entre ciencia y vida; entre el campo y la ciudad.

En un mundo que se industrializaba rápidamente y en que lo urbano, como una mancha de aceite copaba espacios tradicionalmente verdes, las ideas de "naturaleza" y "paisaje" se entrecruzaron hasta formar un bloque indiferenciado en el que lo natural —lo salvaje— quedaba impregnado de valoresliberales, típicos de la burguesía triunfante.

Es en este marco del pensamiento que surgen los llamados viajeros ilustrados quienes a través de sus escritos o "libros de Viaje", describían todo ese mundo desconocido en las sociedades industrializadas: naturaleza, paisaje, gente de culturas foráneas, apertura y libertad. Ése era el escenario perfecto para el viajero del siglo XIX, portador ya no sólo de un afán de dominio —típico en los más conservadores—, sino de una reacción nostálgica por el "Paraíso pre-industrial Perdido". En síntesis, surgía una nueva sensibilidad en la que la naturaleza hasta entonces concebida como una máquina armónica y racional, se convertía en un océano de inquietudes e incomprensión.

La literatura de viajes no constituye una categoría o un género literario universalmente reconocido. Se trata de textos que recogen los acontecimientos, los sentimientos y las voces de un viaje realizado por el narrador, que puede o no coincidir con el autor empírico. Según la perspectiva crítica puede sostenerse que la mera enumeración de hechos no constituye en sí literatura, pero esta no es una postura universal.

Los libros de viajes fueron al principio un medio para comunicar a los lectores -europeos, casi siempre- los descubrimientos de quienes marchaban a lugares desconocidos o de los que hubiera pocas noticias.

Los grandes exploradores y viajeros, y los no tan grandes, pero exploradores al fin y al cabo, eran los llamados a llenar el palmarés de los autores viajeros. Había motivos distintos para viajar: los descubrimientos de nuevas tierras, la diplomacia, la labor de espionaje que tanto aportó a la literatura de viajes en el siglo XIX y principios del siglo XX, la extensión del cristianismo, etc.

En el siglo XX la literatura de viajes cambia de tono porque la mayor parte de los viajeros-escritores de éxito viajan por el gusto de viajar. El viaje es una aventura y quienes sienten la necesidad de ella escriben para contar lo que han visto y las experiencias que el viaje les ha dado.

A continuación un reportaje sobre Honduras (Honduras & Its Peoples) publicada por "People for all Nations, Their life today and the story of their past", editado por J.A. Hammerton, en el Reino Unido en 1920, con fotografías de F.J. Youngblood.

Cuando la carretera se extiende por una amplia corriente dormida

"Poderosos son los pilares que sustentan este puente, parapetos blancos de sol y la solidez parece injustificada por la placidez del río, siendo suficiente, a pesar de los bajos, que reflejan los arcos anteriores. La escena sería muy diferente después de las lluvias, con el agua de la inundación en ebullición detrás de estos robustos y llenando el canal de piedra.Tampoco puede el pastor tan a la ligera llevar su ganado al agua."

La batería de artillería de Honduras practica sus maniobras cerca de la "Isla"

La práctica de Artillería es una de las más conmovedoras de las maniobras militares, y estos artilleros Hondureños están decididos cambio de nada con un brío elegancia. En la parte trasera, las armas son manejadas en línea, un suboficial marca la posición que cada uno debe ocupar. En el fondo un oficial superior supervisa la operación, lo que todo indica que esta es una práctica y no la cosa real es la presencia de algunos civiles en la parte frontal izquierda.

Fotografía familiar y su hogar en Honduras

"Desde sus últimos sus hijos mayores y a lo largo de las etapas de crecimiento de los demás, una madre consagrada por su último bebé sobresale por encima de sus cabezas, de pie modestamente en el fondo, todo el círculo familiar está aquí a la vista. Como se puede imaginar, el alojamiento de la vivienda no es de lujo, y no hay mucho peligro de sentirse solo dentro de los límites restringidos de estas dos paredes agrietadas".

En un pueblo del interior de Honduras

"San Pedro Sula, un lugar de unos ocho mil de habitantes, está sobre el ferrocarril entre Puerto Cortés y Pimienta. esta es una fotografía de su red de calles, un aspecto agradable de la escena es la presencia de un borde con árboles, que dan a la calle lodosa, desgastada con el paso de muchas ruedas, un aire casi de un bulevar".

Mercado dominical en el puerto de Isla de Amapala

"En la isla del Tigre de la bahía azul de Fonseca, se encuentra esta ciudad con su puerto libre apoyado por una carretera, donde los barcos navegan hasta encontrar un fondeadero seguro. Arriba se ve el concurrido mercado, una mujer nativa masca tabaco y un comprador se seca su frente sudorosa. Existe un comercio de exportación de plata, café y cueros, a través de los vapores que son solicitados desde Nueva York".